CALZADO DE SEGURIDAD

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CALZADO DE SEGURIDAD

Publicado 1 febrero, 2012

La exportación maquilla las cifras

El mercado español del calzado de seguridad se encuentra en un momento complicado en el que las empresas proveedoras que lo componen están expuestas a una fuerte competencia. Con un crecimiento medio estimado en el 10 por ciento en el último ejercicio, debido a la situación de la Construcción, uno de los principales motores de la demanda, los fabricantes punteros apuestan por la exportación.

El sector español de calzado de seguridad se encuentra en una situación difícil. La irrupción de la producción asiática está teniendo un fortísimo efecto sobre la industria europea. En la última década se ha pasado de una competencia no significativa, a ocupar más del 50% del sector. La clave es que el producto asiático es extremadamente barato comparado con el occidental.

En general los gerentes de empresas europeas usuarias de estos productos, así como los trabajadores autónomos, no son propicios a realizar fuertes desembolsos de dinero por los equipamientos de protección individual, por lo que para ellos, el producto asiático se convierte en una opción capaz de cubrir muy básicamente las necesidades de su plantilla sin tener que realizar un gasto elevado.

 

Aumento de la competencia

No obstante, Asia no es capaz de acercarse a los niveles de calidad de los productos europeos, existe un rango de nichos de mercado, donde se exigen altos niveles de resistencia y calidad en las especificaciones del calzado de seguridad donde la diferenciación es el elemento competitivo fundamental.

Además, se están revelando muchos casos de calzados provenientes de Asia que se comercializan en España sin certificar, caballo de batalla de los proveedores españoles, de forma individual o mediante la asociación Asepal, por lo que afecta, tanto a la comercialización, como a la seguridad del usuario.

La competencia ya no viene sólo de China. Los principales focos de la deslocalización occidental son los países de Europa del Este, norte de África, Sudeste asiático y Sudamérica.

El  auge de la concentración empresarial del sector representa una muestra del aumento de la competitividad del mismo y la necesidad de reforzar posiciones dentro del mercado. Por un lado, algunos países, sobre todo los países en vías de desarrollo, que gracias a sus bajos costes salariales consiguen reducir los costes de producción. Por otro lado, gracias a la inversión en automatización, se pueden conseguir grandes recortes en los costes. El aumento de la competencia que está atravesando el sector obliga a las empresas a realizar profundas tareas de actualización y de investigación con el objetivo de mantener o mejorar su posición en el mercado frente a sus competidores.

El calzado de seguridad es un producto en el que la innovación y el desarrollo están ampliamente instaurados en todas las empresas competitivas. De hecho, las especificaciones técnicas del calzado son, en su mayoría, los elementos fundamentales de diferenciación frente a la competencia.

Algunas se posicionan como más confortables, otras como más resistentes o más ligeras.  Además, éste es un sector estrechamente relacionado con las diferentes normativas que lo rigen. Las normativas del sector son muy estables y las empresas, que ya han desarrollado las tecnologías pertinentes para cubrirlas, trabajan ahora en la búsqueda de otros elementos diferenciadores y a responder a las exigencias de la demanda.

 

El EPI más utilizado

Se entiende por equipo de protección individual cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin. (Directiva 89/391/CEE).

De acuerdo con esta definición, el calzado de uso profesional se considera como un “Equipo de Protección Individual” ya que está destinado a ofrecer protección contra los riesgos derivados de la realización de una actividad laboral.

Además, entre todos los EPIs, el calzado es el de mayor utilización. De hecho, cualquier trabajador, sea cual sea su ámbito, que deba trabajar durante un tiempo significativo de pie podría o debería llevar un calzado de seguridad.

Durante el desarrollo de su actividad los pies de la persona trabajadora y, a través de ellos, todo el cuerpo, están expuestos a riesgos de diversa índole, como lesiones producidas por agentes externos o molestias asociadas al uso de un calzado inicialmente inadecuado o que ha perdido parte de sus propiedades con el uso.

El calzado de seguridad laboral más utilizado es el de puntera reforzada para proteger de cortes y golpes, así como el que tiene plantilla incorporada que protege de posibles pinchazos, y los de composite, que ofrecen resistencia y ligereza.

Entre las variedades, podemos hacer mención también a los de desprendimiento rápido, para soldadores, que permiten ser quitados rápidamente en el caso de que hubieran entrado chispas o partículas al rojo vivo.

También son muy importantes el calzado aislante, el resistente a productos químicos y, otros más especiales, como los de protección del metatarso y los resistentes a altas temperaturas, ideales para colocación de asfalto.

 

Esfuerzo del fabricante español

En un mercado invadido por el producto oriental barato, en el que el cliente final no siempre tiene en cuenta el cumplimiento de las normativas básicas de seguridad, y en el que su principal baluarte, la construcción, sigue en números rojos, los principales fabricantes españoles han apostado por dotar a sus productos de las mejores características técnicas.

La idea, comenta uno de ellos, es competir en el mercado alto de calidad, tanto en España como fuera de nuestras fronteras. Así, conceptos como el diseño y el colorido,  no dejan de ser importantes también en este segmento, ya que el producto se puede vender mejor si está bien presentado y es atractivo.

Pero donde existe la mayor competencia entre nuestras marcas líderes es en la búsqueda de innovaciones que doten al calzado de una mejor ergonomía para el usuario y seguridad para evitar riesgos en el trabajo, desarrollando nuevos materiales con características que mejoren las diferentes partes del calzado, por ejemplo, materiales sintéticos como PVC y Neopreno.

 

Canales de distribución

El simple hecho de estar de pie durante un período prolongado de tiempo sobre un calzado no adecuado puede tener consecuencias graves para la salud del usuario como aseguran expertos en podología. Uno de los principales inconvenientes al que se enfrentan las empresas que comercializan estos productos es la ignorancia de muchos trabajadores sobre las consecuencias que un calzado inadecuado puede suponerles.

La comunicación cobra en este punto un valor importante. Es necesario concienciar acerca de la necesidad de elegir un calzado adecuado para cada actividad, por lo que se deben focalizar los esfuerzos en este sentido.

De esta manera, la distribución podría abrirse incluso a distribuidores fuera del canal industrial o de EPIs. No obstante, este es uno de los puntos de mayor dificultad para la industria del calzado de seguridad, puesto que es muy difícil llegar al consumidor final.

Los principales canales de distribución siguen siendo las ferreterías, suministros industriales y establecimientos de bricolaje. Las ventas por Internet en España no son todavía demasiado significativas, cifrándose en torno al 5%, nada que ver con la comercialización online de otros tipos de calzado, pero hay que tener en cuenta el tinte profesional de este segmento, en el que el cliente final prefiere ver y tocar el producto, asegurándose de su calidad.

 

Mercados atractivos

Sin dejar de lado en momento alguno el mercado español, los principales proveedores están haciendo incursiones, algunas de ellas importantes, en otros países, compitiendo en la gama de calidad media-alta y a precios competitivos, poniéndose a la altura de fabricantes europeos y norteamericanos, haciéndose un hueco en mercados tan sólidos como el alemán, inglés o francés.

El segmento de precio bajo se lo dejan a países orientales, con los que no se puede competir, por costes evidentes de producción, y con los que, además, tampoco merece la pena y sería difícil, debido al incumplimiento de las certificaciones por parte de los fabricantes orientales.

Según la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), los mercados más atractivos para la exportación española de calzado de seguridad son aquellos que están siendo el destino de la deslocalización de las empresas, es decir, clientes potenciales de calzado de seguridad. Existen varias zonas que cumplen estos requisitos, siendo las principales el Sudeste Asiático, India, Europa del Este, Norte de África y Sudamérica.

De todos estos grupos de países, los más atractivos son los de Europa del Este. Su pertenencia a la UE hace que exista una normativa de seguridad mejor definida. Además, su crecimiento económico está prácticamente asegurado gracias a las dotaciones de fondos estructurales que la UE actualmente destina y destinará a estos países con el objetivo de fomentar su desarrollo.